Decidí probar el té Konjac y quedé gratamente sorprendido con mi experiencia. Este té, que bebía dos veces al día, una hora antes de las comidas, me daba sensación de saciedad y mantenía equilibrada mi sensación de hambre. Me acerqué a mi peso ideal paso a paso con el Té Konjac, sin tener que ir al gimnasio para perder peso y lograr mis objetivos de adelgazamiento regionales. Todo lo que tenía que hacer era beber con regularidad. Noté que la grasa en la cintura, caderas y abdomen había disminuido y me sentía con más energía en general. Definitivamente recomendaría este producto a todos.